DESAMPARO DE NIÑAS Y NIÑOS MIGRANTES (Día de la niña y del niño)
- María Eugenia Díaz Gastine de Pfennich
- 1 abr
- 4 Min. de lectura
“Acordaos de los que son maltratados, como si estuvieran en su carne”
(Hb 13,3)
Me impresionó la foto de un grupo de niños y niñas migrantes en Chicago, Estado0s Unidos, que estaban en su salón escolar protegidos por su maestra y que con gran angustia se acompañaban temiendo que los agentes de migración no se “los llevarán”; estos niños ya habían llegado, hacía tiempo, a Estados Unidos solos y tenían ahora una familia que los ayudaba y acceso a la educación escolar, sin embargo, se sentían angustiados porque seguramente iban a ser deportados.
En este mes celebramos el día de la niña y el niño. La infancia abandonada es una situación en que las niñas y niños se encuentran privados de la protección y cuidado de sus padres o tutores, ya sea por negligencia, violencia, abandono, fallecimiento, migración y otras causas. Es una realidad que se vive en diversas partes del mundo y esto afecta profundamente su desarrollo y su posibilidad de insertarse en la sociedad y es desde luego el caso de los niños y niñas migrantes.
La Ley General de los Derechos de los Niños reconoce el derecho de ellos a vivir en familia, y establece también las obligaciones del Estado para garantizar la protección, atención de estos derechos en caso de abandono. La realidad muestra es que hay una gran brecha entre lo que marca la ley y lo que se práctica. Hay una falta de políticas públicas eficaces que atienda a la infancia abandonada.
Esta falta de atención a la infancia ocasiona a una variedad de consecuencias como: enfermedades, conflictos, la violencia, el matrimonio infantil, el embarazo precoz, la malnutrición, la exclusión de la educación y el trabajo infantil. La combinación de estos factores ha tenido un gravísimo impacto en la niñez de todo el mundo
He trabajado como maestra durante 54 años, y he visto y comprobado que los casos de maltrato infantil, casos de abandono y negligencia marcan a la niñez y tienen graves consecuencias aun en la edad adulta. Conocí, de cerca muchos casos con mis alumnas y alumnos de la primaria y después en la Normal en mis tiempos de asesoría, de las alumnas y alumnos jóvenes seriamente lastimados en su infancia.
REALIDAD EN MÉXICO CON NIÑOS MIGRANTES
Los siguientes datos son tristes y alarmantes:
• Según datos oficiales de la Unidad de Política Migratoria en 2024, viajaban sin compañía de un adulto, 1 de cada 5 niños migrantes. Estos niños y niñas son personas vulnerables que corren graves riesgos: violencia, explotación y trata de personas, además de pasar hambre y angustia.
• La mayoría de los menores provienen de países de Centroamérica, principalmente de Honduras, Guatemala, El Salvador, Haití y actualmente ha crecido el número de sudamericanos como Venezuela.
• Estos niños y niñas sufren detenciones reportadas que más de 100.000 niños y adolescentes fueron retenidos por las autoridades migratorias mexicanas y terminan en estaciones migratorias sin infraestructura adecuada para su protección.
• No tienen servicios básicos como la salud y la educación porque las escuelas rechazan a los menores por falta de documentos.
El maltrato infantil afecta especialmente a los niños y niñas migrantes, porque la mayoría de ellos vivían ya en la pobreza y que no tienen oportunidad de educación escolar y esta situación se acentúa cuando salen, por razones de fuerza mayor, del lugar donde nacieron y se exponen solos a peligros inimaginables para ellos
.
Hace muchos años (1959) la ONU dio a conocer la Declaración de los Derechos del Niño que contenía 10 principios, que se difundieron ampliamente y muchos los conocemos. Destacamos solo algunos.
• Derecho a un nombre y una nacionalidad.
• Derecho a la salud.
• Derecho a la educación.
• Derecho a la alimentación.
• Derecho a la seguridad social.
• Derecho a la protección y socorro.
• Derecho a la atención especial a niños discapacitados.
• Derecho al amor y comprensión.
Todos estos Derechos no son respetados para los niños y niñas migrantes, están abandonados a la buena voluntad de las personas por donde cruzan en su peregrinación, para que les den alguna ayuda.
De acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 2024 los migrantes sumaron 122 millones de personas y de ellos el 40% son niñas y niños. El problema es mundial y es indispensable conocerlo y buscar estrategias para solucionar de la mejor manera este enorme reto. Nosotros como cristianos no podemos ser indiferentes.
El abandono que sufren estas niñas y niños migrantes, cuando pasan por México, es una pregunta que tendremos que contestarnos para saber qué hacer para protegerlos y ayudarlos. Lo más importante para nosotros cristianos, es la dignidad de toda persona humana, niña, niño, adulto, adolescente, viejo, hombre o mujer.
Celebremos el Día de la niña y del niño reconociendo que tenemos la oportunidad de reclamar sus derechos y también de tender la mano, acoger en el corazón, a la niña o niño que se cruce en nuestro camino, brindarles atención, respetar su dignidad de personas, e comprometerse a ayudarlos para que su camino, por nuestra tierra, encuentren alimentos, ternura, cuidados, y que vean en cada uno de nosotros la presencia de Jesús que los ama, protege y acompaña en su caminar.
Preguntas para reflexionar:
● Por tu comunidad ¿pasan los migrantes?
● ¿Conoces o formas parte de algún grupo que los ayude?
● ¿La Iglesia tiene refugios para ellos? ¿Cuáles? ¿Y tú ayudas en los refugios?
Comentarios