ORACIÓN PARA TRANSFORMAR
En la nueva Alianza, la oración es la relación viva de los hijos de Dios con su Padre infinitamente bueno, con su Hijo Jesucristo y con el Espíritu Santo.
Catecismo de la Iglesia Católica, no. 2565
Partimos de la exhortación que el Papa Francisco, hizo a toda la Iglesia, para dedicar este año a la “Oración”, como preparación para el “Año Jubilar”. Recordemos que la oración siempre acompaña toda la historia de la salvación, como ese diálogo intimo entre Dios y el hombre con la finalidad de que el hombre descubra la voluntad de Dios, para responder con su vida, asumiendo el compromiso de formarse como discípulo, para configurarse con el Maestro que es el mismo Jesucristo.
Es importante hacer notar que esta relación íntima y gozosa únicamente se consigue a través de la oración y la vida sacramental, que fortalecen la fe, el amor y la esperanza.
Es necesario recordar que la oración cristiana se basa en la fe, en la confianza y la certeza de que Dios nos habla y nos escucha.
Pero, en la actualidad en que estamos inmersos en una cantidad de ruidos, propuestas, angustias, impotencia ante el caminar tan acelerado que destruye nuestro entorno, incluyendo la propia vida humana, el agua, el aire, las relaciones interpersonales, las conductas individualistas, el aumento exagerado de la violencia, la búsqueda del poder por el poder sin tomar en cuenta a los demás, el lugar preponderante que se le ha dado al dinero, que por tenerlo se olvida la ética, la desigualdad que esto genera que se llega a matar a traficar: drogas, armas, y personas.
Aunado a que los cristianos hemos descuidado la oración poniendo pretextos como:
• Mi horario es tan apretado y tengo tantas cosas que hacer, que no me queda tiempo para acudir a aquel que todo lo puede.
• Muchos que se consideran cristianos, desconocen que la oración es parte esencial de los seguidores de Cristo.
• Otros no saben cómo orar y no dedican tiempo para hacerlo.
• Y algunos no dedican más que un tiempo muy reducido para hacerlo.
Es una necesidad vital para la vida del cristiano tomar en serio y con responsabilidad hacer oración, para fortalecer nuestra identidad de hijos de Dios, ya que es imposible comprender la vida de un cristiano autentico que no se relaciona con su Padre, para presentarle su agradecimiento por los dones recibidos, contemplar su obra creadora, redentora y santificadora con sus creaturas. Y pedir el auxilio necesario en las múltiples necesidades que día a día aquejan la existencia humana.
Quiero aprovechar esta reflexión para poner en su oración el futuro de nuestra Patria, de nuestro México que está inmerso en un proceso electoral, para tratar de encontrar las personas idóneas que conduzcan al país hacia la paz, la salud, la igualdad de oportunidades para el desarrollo integral de los ciudadanos, para erradicar la impunidad y la corrupción y se respete la dignidad y la libertad de las personas.
Reflexionemos, oremos con verdadera fe y confianza en quien todo lo puede e imploremos Misericordia para México. Que es Nuestra Patria y está bajo el amparo de Santa María de Guadalupe que es Nuestra Madre y estamos en su regazo.
Tu participación es importante para que esto que pedimos sea una realidad, con responsabilidad, sin buscar intereses individuales, sino el “bien común”, ya que somos hermanos, hijos del Padre. La oración llevada a la vida se concreta en obras-
Para reflexionar:
• Cuando oras ¿dialogas con Dios?
• La oración que haces, ¿es realmente cristiana y te lleva a transformar tu realidad?
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