VALORAR LA AMISTAD
“Los que viven en el siglo, donde tantos difíciles pasos ocurren en el camino que conduce a Dios, son semejantes a los viajeros que en los caminos ásperos o resbaladizos se sostienen unos a otros para andar con más seguridad”
(San Francisco de Sales)
El 14 de febrero se celebra en muchas partes del mundo el día del amor y la amistad, todos en general nos acordamos de amigos presentes y lejanos, amigos de la niñez, juventud y los que actualmente están presentes en nuestra etapa de vida.
Un pequeño grupo de compañeras de la generación escolar, nos hemos reunido mensualmente a desayunar por más de 40 años, excepto en la época de la pandemia, para compartir los acontecimientos importantes de nuestra vida: noviazgo, matrimonio, alegrías y penas de nuestros hijos, cuidado de nuestros padres y ahora la falta de salud o la viudez de algunas; también comentamos con tristeza la separación dolorosa de las que se ya se fueron. Pertenecer a un grupo de amigos nos da sentido de pertenencia y seguridad.
Conviene iniciar a los niños en sus relaciones con los compañeros o en algún club y también invitar a los adultos para integrarse a alguna asociación de ayuda a la comunidad o a la vida de la parroquia y también a través de un grupo de amigos de la escuela porque al convivir y conversar con otras personas y sobre todo trabajar unidos en un mismo fin, esto seguro nos ayuda a aprender a solucionar nuestros propios problemas y evitar el estrés.
Sabemos que la verdadera amistad debe cultivarse para que crezca y dé frutos que benefician a todos como son: dar acompañamiento en las penas, la capacidad de escuchar, el consejo dado con todo cariño y buscando el bien del amigo, la presencia física cuando está solo o enfermo.
Dichosas son las personas que tienen la posibilidad de vivir bellísimos momentos de amistad, amistad que sigue aunque vivamos grandes problemas que son parte de la vida y que ocupan nuestra mente cuando sentimos el apoyo de la mano de la amiga, el amigo más cercano que nos ayuda a buscar soluciones.
Es indispensable cultivar la verdadera amistad
Hemos sido diseñados para relacionarnos y por lo tanto es una necesidad básica del ser humano, algo necesario para nuestro desarrollo, crecimiento y bienestar personal y el de nuestro entorno. Por eso, muchas de las dificultades que afrontamos en nuestro día a día están relacionadas con las relaciones humanas.
Me llamó la atención un reciente estudio que habla de la longevidad de las personas y de los factores que ayudan a lograrla. Desde luego, en la escala resultó que es fundamental alimentarse bien y hacer ejercicio regular, pero es muy importante que sepan tener relaciones sociales que creen lazos de AMISTAD. Las personas que tienen amigos se identifican porque son abiertas, saludan a todos, conocidos o personas con las que se encuentran en su camino, les gusta escuchar y conversar, no tienen reservas para aceptar a los otros como son, no son selectivos, se llevan igual con personas sencillas o con personalidades. Valoran el contacto humano y la convivencia, pero sobre todo cultivan la amistad.
Las nuevas tecnologías pueden crear falsos amigos
Muchas veces confundimos la amistad con el número de conocidos o la cantidad de WhatsApp que mandamos, pero eso no significa que verdaderamente somos sus amigos o que las otras personas nos consideran amigos.
Hay personas que presumen de formar parte de varios grupos y pasar horas platicando con “sus amigos” a quienes en realidad no conocen, ni estos las conocen a ellas. Puede resultar sencillo tener muchos amigos en redes sociales como Facebook o “seguidores” en otro tipo de redes, pero no llegan a establecer un vínculo real.
Parece muy sencillo hablar con los que están lejos, aunque no los conozcamos físicamente, pero eso no permite que “estos amigos” nos valoren y establezcamos con ellos, vínculos profundos de amistad. Las nuevas tecnologías pueden causar graves problemas personales como son: absorber nuestro tiempo, no relacionarnos con los cercanos, crear fantasías, dificultar la comunicación abierta y directa con nuestra familia, entre otros.
Conviene, por lo tanto, identificar a las personas que consideramos amigas o amigos y a valorar a quienes se han cruzado en nuestra vida hace años o en el presente y que nos han brindado su AMISTAD. Gracias a los que en momentos difíciles han estado presentes en mi vida con sus actitudes de cariño, ayuda y comprensión y también con sus oraciones.
“El amigo fiel es un apoyo seguro, quien lo encuentra, ha encontrado un tesoro” (Eclesiástico 6, 14)
Feliz día de la Amistad!
Para reflexionar:
¿Tienes amistades que valoras? Por qué
¿Sientes que eres buena amiga? Con tu cónyuge, con otras personas
Jesús, es el mejor amigo ¿caminas tomada de su mano?
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