12 DE OCTUBRE: UNA OPORTUNIDAD PARA ENCONTRANOS
El 12 de octubre conmemoramos el “Descubrimiento de América”, también llamado “El día de la raza”, “de la Hispanidad”, “del encuentro de los dos mundos” o “de la resistencia indígena”. En las últimas décadas esta fecha ha adquirido un matiz cuestionable por situaciones historiográficas, políticas, culturales e ideológicas, sin embargo, el hecho histórico es ineludible, llámese como se le llame.
Esta efeméride histórica, como dice el padre e historiador Juan Carlos Casas, nos da la oportunidad “no sólo de profundizar sobre el significado de estos hechos y sus protagonistas, precisar datos y corregir equívocos, sino de superar una concepción maniquea o dualista de nuestra historia, y mostrar la complejidad del pasado y la pluralidad de maneras de analizarlo desde el presente, así como de apostar por un posible y necesario proceso de recuperación y reconciliación con nuestra memoria histórica”[1].
Ante una conmemoración como esta, no se trata de repartir culpas, ufanarse de triunfalismos ni asumir actitudes victimistas, tendría que ser una oportunidad para reconocer y revalorar la herencia indígena y la hispana que se encontraron desde aquel 12 de octubre de 1492 y que con el desarrollo de los hechos históricos fueron originando una sociedad mestiza. Por más que lo neguemos, son las dos raíces que han forjado nuestra historia, nuestra cultura y religiosidad, ricas en sus componentes y en sus manifestaciones.
En el México actual se vive una situación de polarización social, política y cultural. En lugar de encontrarnos, vivimos en ambientes de fractura y división, haciendo más difícil la posibilidad de construir una sociedad unida, en justicia y paz.
Necesitamos promover la cultura del encuentro y la reconciliación, como una manera eficaz de construir la sociedad de la que todos formamos parte (aun con nuestras diferencias). Dialogar es una actividad que parece no tener prioridad hoy en un ambiente de descalificaciones y cerrazones.
El acontecimiento más genuino que nos ayuda a reconocer que es posible encontrarnos y vivir en unidad tuvo lugar hace ya casi 500 años: la Virgen de Guadalupe. Su presencia propició la unión de ambas culturas. Ella dignificó el proceso de mestizaje. Bajo su guía y mensaje hoy podemos construir caminos de encuentro y reconciliación.
Conmemorar esta fecha debe ser un llamado a la reconciliación y no a la confrontación.
Para reflexionar
● ¿Qué te llamó la atención de este tema?
● ¿Cómo podemos colaborar para trabajar por una cultura de la reconciliación?
[1] Cf. Pbro. Dr. Juan Carlos Casas García, “La recuperación y la reconciliación con la memoria histórica. Algunas reflexiones en torno a las conmemoraciones”; https://pontificia.edu.mx/la-recuperacion-y-la-reconciliacion-con-la-memoria-historica, 3 de agosto de 2024.
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