ENVEJECER, TIEMPO PARA CELEBRAR LA VIDA
El justo crecerá como palmera…
aun en la vejez tendrá sus frutos
(Salmo 92, 14-15)
Nuestra cultura occidental tiene como grandes valores: la juventud, la belleza física, la fuerza física, el éxito, la salud, el placer. Todos ellos se van terminando con la llegada de la vejez. Pero, dependiendo del estilo de vida, pueden surgir otros valores como: la sabiduría, la sensatez, la serenidad, la prudencia, la justicia, la alegría de vivir, la solidaridad, la trascendencia y sobre todo el amor. Para tener una vejez fructífera hay que trabajar desde nuestra más temprana edad.
Todos estamos de acuerdo en que hoy más que nunca está de moda ser joven; obviamente quien ya no lo es, cuando menos pretende serlo y se somete a cirugías estéticas (con riesgos) y a usar vestidos o atuendos para jóvenes y que ridiculizan su aspecto. La vejez no tiene por qué ocultarse, es evidente y es un regalo de Dios que nos da oportunidad de seguir con nuestro proyecto de vida para seguir dando frutos.
Es necesario cambiar la imagen que dan algunas personas al envejecer. Me decía una amiga querida: “Cuándo observo a mi mamá que ha perdido muchas facultades, que después de haber sido tan bonita, buena conversadora, ahora se ve siempre desarreglada, cansada, olvidadiza y sobre todo causa compasión por lo poco que conversa y se interesa por los otros; el médico dice que no tiene ninguna enfermedad que es sólo consecuencia del envejecimiento. Tengo sólo 56 años, pero no quiero llegar a parecerme a ella”.
En la vejez también se pueden agudizar todos los defectos que no combatimos a tiempo; una persona prepotente, si no intenta cambiar a tiempo, se vuelve gruñona e inaguantable, una persona vanidosa, se vuelve ridícula en su arreglo, etc.
En México, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo Nueva Edición (ENOE), para el segundo trimestre de 2022, se estimó que había 17 958 707 personas de 60 años y más (adultas mayores), cifra que representa 14% de la población total del país. Hombres 13% y mujeres 15%. Muchos de ellos no tienen medios para sostenerse.
¿Cómo debo prepararme para afrontar bien la vejez?
Por muchas razones es necesario prepararse bien con una actitud de renovación para envejecer con dignidad y en lugar de causar lástima hay que causar respeto y vivir con dignidad y aportando tus valiosas experiencias y dando amor y cariño a tus familiares y amistades.
Es imposible dar recetas válidas para todos, pero podemos destacar algunos puntos de reflexión, que nos ayuden a hacer un alto para prepararnos a vivir, en un futuro, una tercera edad plena, sin una soledad abrumadora llena de amargura y frustración.
Algunas recomendaciones para envejecer:
• Reconoce la presencia del amor de Dios en tu vida que se ha manifestado en los momentos más difíciles o bellos.
• Cuida tu presentación personal y acepta los cambios físicos que vas sufriendo: arrugas, torpeza, flacidez. Si está en tus posibilidades mejorar tu aspecto (canas, gordura, arrugas) hazlo desde ahora, pero sin que se vuelva una obsesión.
• Procura, conocerte mejor. Cuál es tu personalidad, tus dones, tus anhelos, tus habilidades, la experiencia acumulada.
• Ten un proyecto concreto de vida: metas, estrategias para alcanzarlo, evaluación de sus avances.
• Procura estar siempre ocupada y no preocupada, en tu trabajo, con tu familia, con tu compromiso social.
• Cuida tu salud: alimentos sanos, bebidas (abundante agua), ejercicio regular.
• Busca tu seguridad económica: ahorra, organiza adecuadamente tu jubilación futura y en lugar donde vivirás cuando seas anciana (asilo, residencia geriátrica, familiares, etc.).
• Haz tu testamento y regala o vende lo que no necesitas.
• Perdónate y perdona a los que no son considerados contigo y no comprenden que vas decreciendo físicamente, pero que tienes otros valores: serenidad, experiencia, comprensión, solidaridad con los más necesitados, sabiduría, etc.
• Vive unida a Jesús en la Eucaristía y en los Sacramentos porque quien permanece unida a Jesús dará frutos abundantes.
La vejez es una etapa en la que podemos apreciar los resultados de nuestra trayectoria de vida. Es un tiempo de reflexión, sabiduría y gratitud. Nuestras experiencias vividas y los desafíos superados y por lo tanto los logros alcanzados, nos ayudan a ser personas más completas y plenas. Es una época en que podemos ver los frutos de nuestra trayectoria vivida y poder compartir nuestra sabiduría con las generaciones jóvenes.
La vejez es el tiempo de celebrar la vida y celebrar nuestra propia historia: Hay que cruzar el día para contemplar lo bello de un atardecer (Aristófanes).
Para reflexionar:
• ¿Tienes miedo a envejecer? ¿Por qué?
• ¿Cuáles precauciones conviene que tomes?
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