SE REDUCE EL AGUA EN LA TIERRA

Las grandes cantidades de contaminantes que estamos generando incrementan el calor en el planeta y, con ello, se reduce la disponibilidad de agua.

Cuando iba en la secundaria, la maestra de ciencias naturales nos dijo una frase que se quedó en mi cabeza “el agua que consumimos es la misma que bebieron los dinosaurios”, para explicarnos que la cantidad de este vital líquido en el planeta ha sido la misma desde siempre.

Nos explicó que el principal problema estaba en la cantidad y rapidez con la que se contamina el agua dulce, que representa sólo el 2.5% de la cantidad de agua que existe en el mundo.

Si bien es cierto, que una de las principales causas de la escasez de agua que enfrentamos en la actualidad es la contaminación y su desperdicio, investigaciones recientes, indican que la situación es más complicada que eso, debido al crecimiento poblacional, cambio climático y la reducción paulatina de oxígeno en el agua.

A más personas menos agua

Pero vamos por partes, el crecimiento poblacional reduce la disponibilidad de agua potable, es decir, la que podemos consumir por habitante.

De acuerdo con un estudio del Banco Mundial la disponibilidad de agua en nuestro país ha disminuido drásticamente a lo largo de las últimas décadas.

En 1960, la disponibilidad promedio anual de agua por habitante era de diez mil metros cúbicos, que para 2012 era de cuatro mil metros cúbicos.

El estudio considera que para 2030, la disposición de este líquido estará por debajo de los tres mil metros cúbicos por habitante, o sea que tendremos menos de una tercera parte de agua al año por persona de la que había en los años 60.

Sequía e inundaciones

Al igual que las personas, la Tierra cambia constante; pero en las últimas décadas debió a la acelerada industrialización y uso de combustibles derivados del petróleo, el calor en el planeta se ha acelerado.

El problema es que no solamente sentimos más calor, sino que está generando cambios en el clima, acentuando más las sequías y las lluvias torrenciales, huracanes e inundaciones.

Por ejemplo, en la Ciudad de México y el Estado de México las lluvias se han reducido entre 2000 y 2021 y en este mismo periodo, también aumentaron las lluvias en los estados de Campeche, Quintana Roo, Veracruz y Guanajuato.

Además, en 2021, se registraron ocho mil cuatrocientas noventa y un sequías en el país, de éstas, siete de cada diez fueron más severas (con riesgo de pérdida de cultivos), dos de cada diez se calificaron como extremas por generar pérdida de cultivo e incendios forestales y, lo más grave, tres de cada cien generaron escasez total de agua en ríos, arroyos y pozos.

Menos oxígeno, menos agua dulce

Otro efecto preocupante del calentamiento global es que el agua en los océanos, mares, ríos y lagos, entre otros, tienden a presentar menor cantidad de oxígeno al incrementarse la temperatura en el medio ambiente.

La revista National Geographic ha documentado diversos estudios que alertan sobre la reducción del oxígeno en el agua de los océanos, ríos y lagos.

Con ello los peces y, en general los animales marinos, tienen menos posibilidades de desarrollo, al no tener suficiente oxígeno para sobrevivir.

A nivel microscópico, la falta de oxígeno incrementa el desarrollo de bacterias, rompiendo el equilibrio de la vida marina y amenazando el suministro de agua potable; es decir, que se reduce la disponibilidad de agua dulce y su calidad en el mundo.

Rompamos el mito de que tenemos la misma cantidad de agua que había desde la época de los dinosaurios e invitémonos a tener un uso más cuidadoso de la misma y, en general, a ser más responsables de nuestras acciones para reducir la cantidad de contaminantes que cada uno lanzamos al planeta.

Para Reflexionar:

• ¿Realmente, nuestras acciones pueden lograr un cambio para cuidar nuestro medio ambiente? ¿Cómo manejan el uso del agua en tu familia?